Una buhardilla deja ver a través de su ventana la silueta de una mujer, coincidente con el crepitar de la llama de la vela. El suelo está atestado de pergaminos y viejos tomos, dibujos a carboncillo de los que parecen ser criaturas espectrales y demasiados papeles arrugados de frustrados intentos por componer algo decente. Una dulce voz canta, liberando de su testa palabras sin mucho sentido:
Tan bello es volarme
al tiempo volar.
Aire susurrando en rincones perdidos
alzando páginas de tomos antiguos.
¿Acaso son espectros?
Si la muerte me lleva, pediré al susurrante que sea La bella muerte.
Suena un violín impulsante,
brisa fresca que traviesa ondea en las noches templadas
roza, se adentra, se pierde y al tiempo... volar.
Semblanzas a la muerte. Anney Gallaway.
Be First to Post Comment !
Publicar un comentario