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Rebeca inauguraba en mi mesita de noche el mes de febrero, y como si hubiese sido cosa del azar o la voluntad de Rebeca, nada mejor que el frio, el viento y los días lluviosos para sumergirme en la lectura de esta novela que me ha gustado mucho pese a conocer su argumento; pues ya conocía la joyita de película con que homenajeó el maestro Hitchcok a su inspiradora. Y es que sí, la obra de Du Maurier es para quitarse el sombrero, pero es que ella y su vida, son casí más interesantes que las palabras que dejo escritas.
Sinopsis
En un hotel de Montecarlo, la dulce e inocente protagonista conoce a Maxim de Winter, un hombre veinte años mayor que ella, increíblemente apuesto y rico, que ha perdido no hace mucho a su mujer: Rebeca.
Tras un breve romance, contraen matrimonio y la pareja se traslada a Manderley, la mansión de la familia de Winter. Sin embargo, lo que al principio parece el comienzo de una vida de ensueño, se torna hostil y amenazador cuando nuestra protagonista comprende que, vaya a donde vaya y haga lo que haga, Rebeca siempre regresará de entre los muertos para vencer sobre ella.
¿O no?
Tras un breve romance, contraen matrimonio y la pareja se traslada a Manderley, la mansión de la familia de Winter. Sin embargo, lo que al principio parece el comienzo de una vida de ensueño, se torna hostil y amenazador cuando nuestra protagonista comprende que, vaya a donde vaya y haga lo que haga, Rebeca siempre regresará de entre los muertos para vencer sobre ella.
¿O no?
Rebeca, o Rebecca; es un mito, un nombre, una prenda de vestir y un síndrome psicológico, un trauma que tiene que ver con los celos y del que no hablaré por no destripar la novela si es que hay alguien que no la conozca o no haya visto tampoco la película. (Si es así estáis tardando). Pero si algo es Rebeca sobre todo es LA novela gótica del siglo XX: Misterio, una atmósfera cautivadora, una presencia fantasmal, una casa tenebrosa, celos, pasión, muertes. La receta perfecta.
Pero, ¿Quén fue ella?
Y es que estoy encantada de esta lectura y sus consecuencias. Había visto la película hace muchos años, nunca leí el libro por tener muy presente la película, así que conocía a la autora, pero tan solo superficialmente; mientras leía la novela, no he podido sino bucear y buscar sobre ella, y en ello estoy.
Daphne Du Maurier fue una escritora británica que inició su carrera con pequeños relatos en la revista Bystander de Beaumont. En 1931 publicaba su primera novela, The Loving Spirit, aunque sería con la publicación de Rebeca en 1938 cuando su obra fuese reconocida, y es que esta novela se convirtío en éxito inmediatamente con millones de ventas entre 1938 y 1965. Su éxito aun perdura y sus páginas han envelesado a más de un director de cine; su adaptación más conocida es sin duda la de Alfred Hitchcok, quien también se valió de la genial pluma de la escritora para crear algunas de sus películas más famósas: Los pájaros y La posada de Jamaica.
Creció en una familia intelectual y adinerada. De padres actores y glamurosos, su abuelo escritor y caricaturista y sus primos, nada menos que los niños que inspiraron a James Barrie y su famoso Peter Pan. La alegría, la felicidad, los viajes, las reuniones, el mar eran su vida; sus ficciones, todo lo contrario: oscuras, perturbadoras, inquietantes. Sin duda influenciada por las hermanas Brönte.
"Du Maurier era la amante de la irresolución calculada. No quería dejar las mentes de sus lectores en reposo. Quería que sus acertijos persistieran. Quería que las novelas siguieran acechándonos más allá de sus finales" Obituario.
Illustration by D.G. Smith from The Folio Society edition of Rebecca by Daphne du Maurier ©D.G. Smith 2017 |
"Contemplando desde la ventana la fantasía de luz y color del resplandeciente mundo en que me desenvuelvo, totalmente desprovisto de ternura y de quietud, siento un repentino anhelo de paz, de comprensión". Daphne Du Maurier
Rebeca es una novela de las que te engancha en la primera frase:
"Anoche soñé que volvía a Manderley"...
Y que no puedes soltar. Quieres ir a Manderley, saber el por qué a la narradora le impresiona tanto aquel nombre y lo que allí ocurrió. Y aquí viene otra cuestión importante, la historia comienza con esa frase contada con la que suponemos va a ser la protagonista; nuestra jóven, inocente y tímida esposa. Y en parte lo es, pero no es su historia la que nos interesa en el fondo, salvo por las sensaciones que a través de ella compartimos, vemos lo que ven sus ojos, lo que piensa, lo que siente, y esto: sus sensaciones, son otro protagonista fundamental. La autora se encarga de dejarnos claro que la narradora, cuyo nombre no sabremos en toda la historia; no es quien de verdad importa, pero sí los pensamientos internos, sentimientos y celos que unidos al protagonista escénico: Manderley y a la mujer que antes ocupó su lugar, unido por unos personajes secundarios magistrales como son especialmente la Señora Danvers, son el eje de todo. Si hay un protagonista en esta historia, creo yo, es la lucha de dos mujeres: La omnipresente Rebeca, que pese a estar muerta, está más presente que nunca, y la lucha interna de la joven y reciente esposa. Y una lucha de autoafirmación. Un personaje que no vemos pero que siempre está, y un personaje que vemos pero que es casi invisible y sin nombre.
John Atkinson Grimshaw. Autumn Morning. |
Es muy dificil hablar de Rebeca sin hacer Spoilers, por lo que no me voy a extender más.
Simplemente decir que es una de las mejores novelas góticas modernas que se han escrito, en mi opinión, con una trama magistral donde los sucesos, los personajes, y los increibles giros argumentales se entretejen de forma tan sencilla y natural que la lectura es una delicia.
Escena de la película de Alfred Hitchcok. |
Sin duda una lectura imprescindible. Uno de esos títulos que quieres recomendar a tus amigos para poder hablar de ella, destriparla y ahondar en las opiniones de cada uno sobre su lectura. Me encantaría hacer esto, así que si alguien quiere hablar largo y tendido sobre Rebeca, o sobre la autora, será un placer.
Selection of concept art, plans & elevations for a screen adaptation of “Rebecca” by Daphne du Maurier. |
Y dejaos como pequeña curiosidad el título de una de sus biografías con la que estoy ahora inmersa.
Manderley Forever. Tatiana De Rosnay.
¿Qué opináis vosotros de esta obra?, ¿La habéis leído?
¡Hasta pronto!
Gran novela. Pero ya que ofreces la oportunidad de debatir, hay un aspecto que no se suele comentar y a mí me chocó durante su lectura, como es la casi total ausencia de crítica social. Y eso que la protagonista proviene de un entorno modesto y le choca tanta riqueza como ve en Manderley, pero nunca la pone en entredicho, como por ejemplo sí duda de la conveniencia de esa rigidez de costumbres y el formulismo.
ResponderEliminarEsto es muy habitual en los autores británicos, pero aquí lo vi exagerado. Los De Winter (no sólo Max) viven a todo trapo desde hace generaciones sin dar palo al agua, y podemos imaginar los gastos enormes que tiene esa finca, la casa, los criados, los barcos y demás. ¿De dónde sale ese dinero? ¿Es justo que sólo por haber nacido en esa familia (o por casarse con alguien) se disfrute de semejante fortuna?
Tampoco pretendo que se escriban solamente novelas revolucionarias, pero para tratarse de una protagonista que, en efecto, tiene una psicología sensible y muy desarrollada, ni se le pase nada de eso por la cabeza... En fin, que es una novela de 1938 y hay veces que parece medieval.
Dicho todo con cariño, ¿eh?, que es un libro estupendo ;-)
Saludos,
Entro
¡Ah!, me encantan estos debates, y totalmente cierto, aunque yo lo interpreto como que precisamente esa falta de crítica social nos hace fijarnos más en la dependencia, inseguridad y en cierta manera "debilidad" de la protagonista. Casi no tiene voz propia y la timidez o inexperiencia aparecé constantemente. Es un exceso creo que muy buscado para destacar la presencia de Rebeca y la invisibilidad de X, pues no sabemos su nombre. En vez de criticar, ella siempre se hace de menos. Pienso que está buscado, o así lo interpreté yo.
ResponderEliminarGracías por pasarte por este rinconcito ;)
No sé yo. Nuestra protagonista innominada es insegura, eso está claro, pero tiene la cabeza bien amueblada. Por ejemplo no considera naturales las diferencias sociales y por eso le cuesta dar órdenes a los criados. Pero en el tema de la riqueza no entra. Esto lo tengo visto en muchos autores ingleses, Agatha Christie por ejemplo era igual: los ricos se merecen su riqueza (y casi nunca son los asesinos en sus novelas). Puede ser cosa de la época.
ResponderEliminarOtro aspecto que siempre me ha parecido curioso del libro es que [SPOILER] justo cuando el marido le confiesa que mató a su primera mujer es cuando ella empieza a sentirse bien a su lado. Si fuera ella yo estaría asustadillo... 😓
Saludos,
Entro
La verdad es que viéndolo en conjunto si es cierto que es algo común a muchas autoras y autores de la época. Bien puede ser que como dices sea algo que no se cuestione. También, por lo que estoy leyendo en la biografía de la autora, viene de familia de pudientes, con su casa o mansión de campo que le inspiró para Manderley, supongo que la costumbre hace no cuestionarse algunas cosas.
EliminarLo del Spoiler totalmente de acuerdo, el carácter aparece con la confesión; y no hay crítica ninguna ni miedo alguno. ¿Todo vale por el amor romántico?, hay una frase que se repite en ese final y es [SPOILER]: "El no amaba a Rebeca", y eso es lo único que parece importar a nuestra protagonista.
Es curioso como con las opiniones vas haciendo otra relectura de la obra. ;)
Un abrazo.
> hay una frase que se repite en ese final y es [SPOILER]: "El no
Eliminar> amaba a Rebeca", y eso es lo único que parece importar a
> nuestra protagonista.
Claro, porque al descubrir que Max nunca ha amado a Rebeca puede dejar de compararse con ella. Por muy guapa e inteligente que fuera Rebeca, Max no la amó y a ella sí, y por tanto la nueva esposa "vence". Y entonces empieza a madurar como persona adulta.
Otro aspecto fundamental es que al confesarle el crimen y encomendarse a ella, la protagonista se siente necesitada por su amado. Ella es de pronto su "cómplice", por así decirlo. En cierto modo esto explica su reacción, porque cuanto más terrible sea lo que haya hecho Max, más la necesitará a ella y por tanto más querida se siente. Es algo que como persona insegura puedo comprender perfectamente, pero no quita que haya mucho de enfermizo en ello.
Saludos,
Entro